26 de enero 2011

Cuando mi llamo mi hermana para decirme no supe reaccionar, no entendía, y hasta el momento no lo asimilo, no es fácil entender que de un momento a otra la vida te ponga en otro camino, es como situ destino fuese un contrato, y de pronto la naturaleza lo rompiera en dos, para darte uno nuevo, un contrato incierto.
Entendí que no hay claúsulas ni garantías en la vida, no puedes esperar algo a cambio de alguna acción, no puedes pretender entender lo que sucede, porque por más que lo sepas, la resignación llega a su momento. tan pronto o tarde como lo estipule el contrato.
"En algún momento, no muy remoto..." esa frase era de mi abuelo. Esa fué una de las tantas cosas que aprendí de el, el fué mi tutor en la vida, mi ángel, mi segundo padre. El me enseñó consciente e incoscientemente muchas cosas que me conforman ahora, ahora... ya no estará conmigo físicamente, pero en alma estará, el sólo pensarle le materializa.
Es increíble, que al estar enterado de su muerte, yo pensara en su sonrisa, en sus carcajadas pícaras de alguna travesura, en la genuina sonrisa que le caracterizaba, sus movimientos corporales mientras lo hacia, las muecas que se impregnaban a sus músculos, todo.. recuerdo exactamente su reaccion al reir, su inclinación ligera hacia atras, su cabeza ligeramente inclinada hacia el cielo, con la boca sonriendo. Su sonrisa es lo primero que me vino a la mente, y con eso no solo comprendo lo que mi abuelo es para mi, si no lo que significó para mi: ALEGRÍA.
Hace unos segundos me volvió a llamar mi hermana, me dijo que si no iba a regresar a comer a la casa, están por llevarse a mi abuelo a su segunda casa, donde están las plantas que cuidó como a su vida, donde se construyó su anhelo campirano que siempre le acompañaba; mientras más pasan las horas comprendo que debo estar en casa juntos a los mios, ayudándonos emocionalmente.
Quedan sólo 2 horas para salir, e ir directo a mi casa a preguntar lo que pasó, a comenzar a entender que ya no esta, a ver la casa desde otra perspectiva, a ver su sillón sin el ni su periódico. sin el ligero crater que se lehace al aciento por su cuerpo.
cuando ya iba a terminar la llamada con mi hermana le dije:
quienes están ahi?
todos
está papihector?
no, no está papihector , lo están preparando.
bueno te hablo cuando lleguemos
la voz se me quebró, entendí que ya no hablaria de su presencia, , de hoy a mañana, solo lo nombraría para su escencia.